A finales de los años 90, el cine de terror norteamericano no pasaba por su mejor época. La era dorada de los slashers ya había quedado muy atrás, e incluso esa segunda resurrección, de la mano de Scream, se agotó muy pronto por culpa de todas las copias que quemaron el mercado en un par de años. Estados Unidos buscó terror más allá de sus fronteras y lo encontró donde menos imaginaba, en Asia, donde la cultura era totalmente distinta, y el terror también.

Con una tradición relativamente joven en el género, el terror asiático, destacando sobre todo el japonés y el coreano, empezaron a llamar a las puertas de Hollywood ofreciendo algo diferente, algo distinto a lo que estábamos acostumbrados. Casas embrujadas por espíritus blancos como la cal, ruidos extraños, fantasmas que llegan desde el otro lado de la televisión o del teléfono móvil… El terror asiático nos ha dejado unas cuantas joyas que vale la pena reseñar.

El grito

Con el título original de Ju On, Conocida como The Grudge y El Grito en el ambiente internacional, esta película de 2002 dirigida por Takashi Shimizu es sin lugar a dudas uno de los mejores exponentes del nuevo terror japonés, dando una vuelta de tuerca a la típica historia de casa embrujada. El espeluznante aspecto del niño protagonista y sus sonidos han poblado las pesadillas de muchos en estos años, logrando tener incluso un remake norteamericano que, como suele pasar, no le llega ni a la suela de los zapatos.

Train to Busan

Uno de los últimos taquillazos del cine surcoreano es esta aventura en clave zombie, donde un tren con destino a Busan, la segunda ciudad más poblada de Corea del Sur, es atacado por un montón de infectados, convirtiendo el trayecto en un viaje por la propia supervivencia. Tras su paso por numerosos festivales, incluyendo Sitges, la película ha logrado ser considerada como una de las mejores del género Z en estos últimos años, donde los muertos vivientes se han puesto tan de moda.

Shutter

Porque no solo de Japón y Corea del Sur vive el cine asiático, Tailandia también ha exportado algunas grandes películas, destacando por encima de todas Shutter, en la que un matrimonio es perseguido por un fantasma que aparece en todas sus fotografías, después de tener un accidente. Con un final absolutamente brutal, la película se ganó rápidamente el cariño del público amante del terror, y es considerada unánimemente como una de esas joyas semidesconocidas que todos deberíamos ver.

Audition

Cuando ves el nombre de Takashi Milke en la dirección de una película sabes que de ahí tiene que salir algo maravilloso, y sin duda, Audition es una demostración más de que el japonés sabe jugar perfectamente con el tiempo narrativo, construir buenos personajes y ofrecer una atmósfera totalmente terrorífica e insalubre. Terror con mayúsculas en el que nada es lo que parece, y del que se está preparando un remake en Hollywood seguramente para el año que viene.

The eye

The Eye es otra de esas películas difíciles de ver si estás solo en casa en una noche de tormenta. Cuando la joven Mann recibe un transplante de corneas que le permite ver después de estar ciega desde los 2 años, la felicidad la embarga. Por fin puede tener la vida que siempre quiso. Pero habrá algo más allá de esa felicidad, y es que las sombras atenazarán ahora su vista, y ya no sabrá discernir entre lo que es real y lo que no. Una película rodada en Hong Kong que también logró un gran éxito comercial.

Suicide Club

Japón es seguramente el país occidental con más suicidios registrados. Esto se debe a muchas razones, pero ha habido casos absolutamente inexplicables, como el de muchas jovencitas que deciden pactar entre ellas el quitarse la vida juntas. Esto es precisamente lo que ocurre en la película Suicide Club, donde un investigador tendrá que determinar el porqué del extraño comportamiento de esas niñas y lo que las ha arrastrado a tan trágico fin. Una película rodada con buen pulso y estilo.

Ringu

Posiblemente, la película asiática más popular de esta hornada de cine de terror. Ringu, conocida como The Ring o La Señal, fue un poco el estandarte que popularizó ese terror asiático de nuevo cuño gracias a la historia del video maldito que te mata en una semana si lo ves, y la leyenda de la niña maltratada y ahogada que sale de la propia televisión para hacer cumplir la maldición. Hideo Nakata logró llamar la atención internacional para el cine de terror de su país con una película que ya es considerada de culto.

Three.. extremes

Una colección de tres episodios dirigidos por tres directores asiáticos, que reúnen historias terroríficas, con cierto punto gore, para que el espectador disfrute de la casquería y el terror en estado puro. Una buena producción que sirve sobre todo como introducción a este tipo de cine, y que deja huella, pero no tanta como otras películas que hemos mencionado anteriormente. Eso sí, es muy intensa y desde luego, no aburre en ningún momento, que ya es algo.